Estimados estudiantes de las comisiones de LITERATURA EN LA EDUCACIÓN INICIAL aquí les dejo un documento para seguir avanzando en este camino para convertirnos en cada vez mejores mediadores entre los niños y los libros, que lo disfruten, intenten extraer algunas ideas fundamentales que les serán útiles en los exámenes parciales..
DIRECCIÓN
GENERAL DE CULTURA Y EDUCACIÓN DEL GOBIERNO DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES
Documento Curricular Nº 1 / 2007
La
literatura infantil en el Jardín de Infantes por la Prof. Lidia Blanco
¿A qué llamamos literatura infantil en el Siglo XXI?
La
literatura destinada a los niños ha recorrido un largo camino a través de la
historia de la cultura. Existió siempre, porque los adultos necesitaron
contarle a sus hijos sus ideas, creencias religiosas y supersticiones a través
de formas ficcionales. Así nacieron los primeros cuentos, la leyendas, las
canciones disparatadas, las nanas, los juegos verbales. Todos los pueblos del
mundo tienen una literatura oral que da cuenta de sus guerras, sus dioses, su
manera particular de componer una familia, de cuidar a sus niños.
Nuestros
pueblos originarios son fuente maravillosa de la historia latinoamericana,
contada a través de las leyendas que dan vida a seres imaginarios que poblaron
sus noches de ronda cuentera. Ese patrimonio cultural de nuestra América debe
ser tenido en cuenta a la hora de hablar de literatura infantil en nuestro país
como parte de nuestra integración cultural, nuestros vínculos con otros países
latinoamericanos, nuestras raíces.
De modo que
no vamos a hablar de nada demasiado nuevo, sólo que en nuestro agitado Siglo
XXI, la literatura para los niños tiene formas especiales de manifestarse,
porque los textos atraviesan un complejo camino desde la producción en manos de
un artista hasta su edición y distribución en las librerías.
Intentemos
acercarnos a una definición. En primer lugar podemos afirmar que se trata de
una forma particular de comunicación lingüística en la que un escritor, hace
nacer de su imaginación una historia, un poema, una obra de teatro. Su deseo es
que muchos lectores disfruten de su creación. Para poder llevar a cabo su
proyecto, necesita adquirir conocimientos relacionados con las normas de la
gramática y de la sintaxis de la lengua que empleará en su producción. Además
debe poseer saberes vinculados con la historia y la cultura de su propio tiempo
y de tiempos pasados. Pero el saber que hemos de priorizar, es el conocimiento
de la infancia, de como juegan, piensan, y sienten los niños y las niñas enla
primera infancia. No es suficiente con saber escribir un buen texto, también se
requiere tener claro hacia quién esta dirigido, qué posibilidades de cercanía
tendrán loslectores con la historia contada, con los personajes activos en
ella. La idea que se tiene en la actualidad sobre la Literatura Infantil
se fue gestando al calor de la historia y algunos acontecimientos marcaron más
decididamente el concepto sobre su función en la primera infancia. La segunda
guerra mundial (1939-1944) movilizó intensamente la preocupación acerca de las
características que debían reunir los libros infantiles para contribuir de
alguna manera a formar seres humanos comprometidos con el respeto por la vida
como concepto básico para evitar otras guerras en el futuro.
La Organización Internacional para el Libro Juvenil(IBBY) ,
fundada en Zurich, Suiza, en 1953 está integrada por asociaciones de
profesionales vinculados con la literatura, la lectura y la infancia,
representantes de diferentes países, culturas, religiones, comprometidas con
una idea: el encuentro de los niños y los libros. El IBBY se planteó desde su
nacimiento hasta nuestros días una misión claramente expuesta en sus
fundamentos:
§
Promover
el entendimiento internacional a través delos libros para niños y jóvenes. Los
libros amplían el conocimiento que los niños tienen de otros países, valores y
tradiciones.
De esta manera, contribuyen al desarrollo de buenas relaciones entre las
naciones y en última instancia, de la paz entre ellas.
§
Favorecer
en todo el mundo que los niños tengan acceso a libros de gran calidad literaria
y artística. La habilidad para leer y llegar a ser lectores entusiastas e
informados hace que los niños tengan igualdad de oportunidad y que puedan
superar los retos que enfrentan en la sociedad de hoy. El analfabetismo es
problema no sólo de los países en vías de desarrollo, sino también, en grado
cada vez mayor, de las naciones industrializadas.
§
Favorecer
la publicación y la distribución de libros de calidad de niños y jóvenes
especialmente en países en desarrollo.
§
Apoyar
y formar a quienes trabajan con niños y jóvenes con la literatura para niños.
§
Estimular
la investigación y el trabajo académico en el campo de la literatura para niños.”
El IBBY realiza bienalmente congresos internacionales a los
que asisten escritores, ilustradores, especialistas y editores vinculados al
libro para niños y jóvenes. En el marco de estos eventos se retoma el tema de
la cuestión de infancia y en la década del 90 ́ se acentuó la defensa de
determinados libros que pudieran favorecer la difusión de valores humanos que
estaban presentes en la Convención Internacional de los Derechos del
Niño. En nuestro país existen diferentes asociaciones relacionadas con la
promoción del libro de literatura infantil:
ALIJA
(Asociación de Literatura Infantil y Juvenil
Argentina)
sede del IBBY en
Argentina.
CEDILIJ
(Centro de Difusión e Investigación de la
L
iteratura
Infantil y Juvenil) con
centro en
Córdoba.
CE.PRO.PA.LIJ
(Centro de Propagación Patagónico de
Literatura
Infantil y Juvenil)
emprendimiento
de la Universidad
Nacional del Comahue.
Los
organismos mencionados retoman el tema de la infancia y la adolescencia como
uno de los ejes temáticos fundamentales referidos ala literatura y la lectura y
sus producciones resultan de interés social y cultural para todos los docentes
argentinos.
Muchos
conceptos socializados entre los asistentes
y miembros
de estas entidades están presentes en la reflexión actual, y en nuestro país
contamos con importantes especialistas, críticos y teóricos que
introducen miradas nuevas y buscan en el impulso de las campañas de lectura la
construcción de una infancia más feliz, eliminando las diferencias sociales y
económicas que otorgan a losque más tienen mejores oportunidades de desarrollo
personal, profesional y social.
DIRECCIÓN GENERAL DE CULTURA Y EDUCACIÓN DEL GOBIERNO
DE LA PROVINCIA DE
BUENOS AIRES
Documento Curricular Nº 1 / 2007
La
literatura infantil en el Jardín de Infantes por Lidia Blanco
¿Para qué
sirve la literatura infantil en la primera infancia?
Los libros
de literatura presentan un mundo imaginario en el que los protagonistas actúan
de acuerdo a pautas solamente válidas dentro del texto de ficción. Y esta
convención la descubren inmediatamente los niños, aún los muy pequeños. Los
animales
pueden hablar, pensar, tomar decisiones, se visten como personas, reaccionan
con conductas similares a las del mundo humano. El antropomorfismo es
legendario, estuvo presente en las más antiguas fábulas de Esopo, y luego en La Fontaine y en Samaniego.
En la
actualidad este deseo de encontrar animales humanizados continúa vigente en la
selección de juguetes en la primera infancia: ositos, ratones, tigres, lobos,
leones, se venden en las jugueterías y los niños los eligen, se los llevan a la
cama como mascotas casi vivas, les hablan, los abrigan. Es natural que
también
disfruten de estos personajes a la hora de abrir un libro y ver a estos amigos
de sus juegos dibujados y protagonizando historias. La identificación con el
personaje del texto literario, es el punto de partida para que deseen
escucharlo, hablarlo, y a veces inventar nuevas aventuras de su héroe
predilecto.
De modo que
los niños se relacionan con la literatura como parte una actitud lúdica en el
mundo, como un juego más que ahora está presente en la voz de la maestra, o en
un film, o en un libro con imágenes.
Este criterio de elección fue considerado
válido a partir de las investigaciones sobre la infancia que abrieron las
puertas a un tipo de literatura apartada de cánones didactistas o moralizantes.
Es decir, cuando los niños aparecieron claramente como personas, como sujetos
de derecho, se intensificó la producción de libros que provocaran realmente el
DESEO DE LEER en ellos.
Los
personajes literarios más atractivos son por lo tanto los que juegan, los que
quiebran el orden establecido, los que se aventuran y descubren Otros Mundos,
sufren vicisitudes, pero salen airosos de esas circunstancias. El bosque es
atractivo, pero el Lobo no tiene por qué comerse a nadie como castigo al
atrevimiento de apartarse del sendero. A los niños les gustan los seres
imaginarios, los perros voladores, los ratones que van a la luna en barrilete,
los caracoles que se sacan su casita libremente. En una palabra: la
exageración, lo fantástico, la ruptura definitiva de las fronteras de lo real.
Literatura
y juego
La década
del 60 representó una profunda revoluciónintelectual en el concepto del vínculo
del niño con el libro de literatura. La valoración del pensamiento fantástico
infantil en el campo de la pedagogía y la psicología, permitió revisar la
función de la lectura de literatura en la infancia. La nueva mirada produjo un
desplazamiento del didactismo que había caracterizado la primera mitad del
siglo y que otorgaba al texto literario la función de “enseñar algo útil”.
En Italia aparece Gianni Rodari, pedagogo y autor de cuentos para niños.
Escribió “Gramática de la fantasía. Introducción al arte de inventar historias”
a principios de la década del setenta. En su obra se defiende la libertad del
niño a producir sus propias imágenes, a recrear la realidad y a nutrirse de una
literatura plena de juego y de fantasía. Autor de “Cuentos por teléfono”, “La
góndola fantástica”,“La tarta volante” entre otros títulos, su labor como
escritor abarcó el campo de la ficción y de la reflexión pedagógica en torno al
libro infantil. Rodari valoriza los procesos de identificación con los
personajes y con las situaciones de la ficción. Mientras lee, el niño juega a
sentirse un huérfano, un pirata aventurero, un cowboy, un explorador. Lee para jugar
con las palabras según su deseo y los caprichos de su imaginación. Rodari
condena los libros infantiles siervos de mandatos escolares, escritos para
transmitir una idea, un saber, una norma. Esos libros no sirven para formar un
lector, y no pueden ser considerados como parte vital de una biblioteca
infantil.
“El niño,
durante su crecimiento, atraviesa una fase en la que los objetos le sirven
sobre todo como símbolos. Es la fase en la que se instituyen las funciones
simbólicas del lenguaje y del juego para convertirse en componentes de la
personalidad. A esta fase, a tales funciones, es la lo que se liga el trabajo
del escritor para niños.
Sustancialmente
construye objetos para el juego; es decir juguetes hechos de palabras, de
imágenes, también de madera y plástico, pero son juguetes. Tienen la eternidad
de la pelota y de la muñeca”. “Definir el libro como un juguete no significa en
absoluto faltarle el respeto, sino sacarlo de la biblioteca para lanzarlo en
medio de la vida, para que sea un objeto de
vida, un instrumento de vida. Ni tan sólo significa fijarle unos
límites. El mundo de los juguetes no tiene límites, en él se refleja y se
interfiere el mundo entero de los adultos, con su realidad cambiante”.
Los
primeros pasos en este camino hacia un lenguaje liberador de la energía lúdica
del niño los dio en Argentina la autora
María Elena Walsh, expulsada del ámbito de la
escuela pública durante la dictadura militar (1976-1983). Su literatura,
fuertemente
ligada a la
tradición de las rimas y los nonsense ingleses, generó una línea de producción
que recibió muchos rechazos en los ámbitos más rígidos de la educación pública.
María Elena
Walsh, poetizadora del habla infantil, activó el juego con el lenguaje, levantó
el telón para que aparecieran ante los ojosinfantiles una vaca estudiosa, una
tortuga viajera, una regadera que
reinventa su contenido en manos de Felipito
Tacatún. Y
ese mundo de ficción abrió el camino hacia una literatura verdaderamente
infantil, desprendida de su rol moralizante.
Literatura
infantil en la primera infancia
La relación
de los niños con la literatura comienza en los primeros meses de vida. Las
milenarias canciones de cuna son testimoniales de un saber humano que no nació
del ámbito académico sino de lo más humano de los seres humanos, de lo
emocional, de la necesidad de estrecharse con el bebé para sentirlo y dejar que
él comparta las emociones del adulto que lo mece.