La palabra es mágica y puede ser una caricia o una espada filosa, hay maneras y maneras de decir las cosas… y desde luego no es lo mismo hablar a través de un instrumento que cara a cara
“Los susurradores” son unos maravillosos personajes que andan por aquí y por allí dando vueltas, como vendedores ambulantes pero que no venden nada, regalan poemas y pequeñas historias..
Se trata de una actividad que nace hace décadas en países como Francia, España, Italia y más recientemente en Argentina y Colombia para murmurar versos al oído de las personas. Armados con largos tubos o abanicos, jóvenes y adultos han invadido restaurantes, supermercados, parques, escuelas, paradas de autobuses, entre otros sitios de uso cotidiano con poesía; promoviendo autores, libros y el placer de leer.
Esta técnica se puede llevar a cabo en la escuela y puede tener mucho éxito, de modo que como siempre les digo: maestros creativos, alumnos creativos… les propongo un trabajo que incluya, plástica, literatura, música y mucho humor…¿se animan?
No se olviden de traer para nuestro próximo encuentro tubos de cartón y otras yerbas…
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