SEGUNDA
CLASE VIRTUAL: SEGUIMOS TRABAJANDO CON EL TEXTO DE BRUNER
En
nuestro último encuentro nos preguntábamos qué es lo que predispone al ser
humano a usar el lenguaje y a cambiar a través de su uso.
Según
el texto de Bruner hay algo en la mente, en la naturaleza humana que media
entre los genes y la cultura.
EL
LENGUAJE ES EL MEDIO DE INTERPRETAR Y REGULAR LA CULTURA.
El
niño pre lingüístico posee (como la mayoría de los mamíferos) una variedad de
mecanismos biológicos entre ellos la succión no alimenticia. Succionar y mirar
son actividades coordinadas, si el niño succiona a cierta velocidad se define
con más nitidez su foco visual, sería interesante señalar que al niño no le
gustan las imágenes borrosas... Ahora bien, ustedes se preguntarán qué tiene
que ver esto con el lenguaje pues
bien, mucho, porque esto nos lleva a reflexionar que un pequeño en todas
sus conductas aprende a sistematizar distintos aspectos, nada es azaroso, cada
cosa que emprende lo lleva a un descubrimiento, esto significa que el niño será
capaz de construir hipótesis de acuerdo con sus necesidades, dicho de otro
modo, esta conducta de “sistematización” le facilitará la propia adquisición
del sistema lingüístico. Piensen que para un bebé la única herramienta que
tiene para lograr sus objetivos es otro ser humano, por eso para el niño será
imprescindible COMUNICARSE. El cachorro humano es muy frágil y necesita de la
respuesta social para mantenerse con vida.
Seguramente
la conducta de un bebé parezca caótica, sin embargo no lo es. El lenguaje es un
sistema simbólico y muy complejo pero el niño puede apropiarse de él gracias a
esta permanente sistematización cognitiva de la que venimos hablando.
El
niño se adapta muy pronto a hacer mucho con muy poco. Muy pronto es capaz de
diferenciar los estados de ánimo de su progenitora, “comunicarse” con ella y
lograr una INTERSUBJETIVIDAD.
Todo
niño posee cuatro facultades originales[1]:
1. DISPONIBILIDAD DE MEDIOS: Desde su nacimiento dispone
de la vista, la audición, el olfato, la capacidad de emisión que le va a
permitir establecer contacto con el entorno.
2. SISTEMATICIDAD:Las acciones de los lactantes no son
erráticas y caóticas sino ordenadas y sistemáticas. Durante todo el primer año
de vida realizan una experimentación activa del entorno.
3. ABSTRACCIÓN: Abstraer significa “separar por medio de
una operación intelectual las cualidades de un objeto para considerarlas
aisladamente”. El niño se aferra a lo que permanece, a lo que se repite y esto
le permitirá ir ordenando su mundo de experiencias. Durante los 2 primeros años
de vida el niño, a partir de sus experiencias da un importante salto
cualitativo del pensamiento práctico sensorio motor al pensamiento simbólico.
4. TRANSACCIONALIDAD: Todo niño tiene capacidad de
efectuar acciones que van más allá del simple acto: acción de negociar,
transigir, acomodarse al gusto del otro para llegar a un acuerdo. Los lactantes
desde que nacen tienen capacidad de comunicarse a través de ciertas acciones:
el llanto, el movimiento, esto va a generar una armonía intersubjetiva con los
padres
Si bien ninguna de estas
facultades genera lenguaje, las mismas operarán como facilitadotas para la
adquisición del lenguaje.
San Agustín creía que el lenguaje
era simple repetición, esta idea tuvo una enorme influencia durante años
(teorías conductistas). Desde luego esta teoría agustiniana ponía el énfasis en
las palabras sueltas y no sobre la gramática. Ahora bien, la construcción del
habla infantil no tiene nada parecido con el habla adulta por eso no tiene
sentido hablar de imitación. Ustedes estuvieron grabando niños y a quienes les
tocó el momento de la frase pivotal habrán podido comprobar el tipo de “gramática”
infantil:
No tá mamá
No tá manzana
No tá chau
El gran acierto de N. Chomsky
es que a partir de su teoría innatista tira por tierra y libera a toda una
generación de psicolinguistas del dogma ASOCIACIÓN/IMITACIÓN/REFUERZO; esta
postura, aunque extrema, abrió el camino para nuevas investigaciones.
La teoría del ASOCIACIONISMO
EMPIRISTA era ingenua e insostenible, la teoría nativista (Chomsky) era como
una suerte de milagro.
Nos comunicamos teniendo
siempre alguna finalidad en la mente, alguna función que cubrir: pedimos,
indicamos, prometemos, amenazamos. No podemos NUNCA analizar un enunciado fuera
de su contexto, ¿recuerdan el ejemplo de “ES demasiado tarde” con el que
trabajamos en clase?
Es imprescindible considerar
la intención de quien habla y además la interpretación de esa intención por
parte del receptor.
Entrar en el lenguaje es
entrar en la CONVERSACIÓN
que refieren ambos miembros de un diálogo dispuestos a comunicarse.
Por lo tanto, aprender un lenguaje consiste en
aprender no solamente la gramática de una lengua en particular sino en aprender
a lograr los propios propósitos con el uso apropiado de esa gramática.
El adulto debe tener un ROL ACTIVO y no ser únicamente un
modelo, la idea es que el adulto debe estar dispuesto a NEGOCIAR con el niño,
debe convertirse en su verdadero compañero de conversación. Cuando hablamos de “negociación”
hablamos más de semántica que de sintaxis, vale decir que el adulto tiene que
acompañar al pequeño a que haga claro sus propósitos y de ese modo lo ayudará a
buscar su expresión. Es fundamental tener una acentuada sensibilidad respecto
del progreso lingüístico del niño.
Poco a poco el pequeño irá
dominando las conversaciones y sus propósitos serán cada vez más claros. El lenguaje
en uso requiere mínimo dos personal, por eso va mucho más allá de una cuestión
innata, se trata de UNA FUERTE EXTRUCTURA INTERACTIVA
Bruner afirma que los juegos practicados
con los bebes lo van formando e integrando socialmente. Entre esos juegos (a
saber, el "cu-cu", la aparición y desaparición de objetos y personas,
el "arre arre caballito", etc.), el lenguaje es uno de los elementos
fundamentales. Si bien son juegos utilizados para dar sentido a la vida del
niño pero implican una gran riqueza para su crecimiento; en un principio sirven
para que el niño aprenda a organizar estructural y ordenadamente su vida
mediante las reglas del juego.
[1]
Existe una "facultad original" de los seres humanos que los hace
crecer continuamente en cuanto a su comunicación; la influencia social primaria
de su entorno también estimula este proceso cognitivo. El texto enfatiza la
existencia de cierta "aptitud" especialmente humana que lleva al hombre
a ciertas acciones humanas; Bruner lo denomina "facultad original".
…el niño entra al mundo del lenguaje y la cultura con una preparación para encontrar, o inventar formas sistemáticas de relación con los requerimientos sociales y las formas lingüísticas…" (Bruner 1983, pp. 29)
Todas estas facultades originales, que empiezan a partir de las primeras relaciones sociales (intercambios etc.), son la ayuda básica y/o inicial para que el niño aprenda a usar el lenguaje. Es decir, antes de la comunicación lingüística, aprende otros sistemas funcionales de intercambio.
Entonces, la adquisición del lenguaje es pragmática, no sistemática o mágica. Lo que mueve al aprendizaje de la lengua es la necesidad comunicacional del ser humano; nuestra comunicación lingüística tiene una finalidad y una función.
En este caso la ayuda que recibe el niño por parte de los adultos (especialmente padres), es esencial para dicha adquisición. En primera instancia hay una adaptación lingüística de los mayores: cuando se le habla al pequeño se utiliza un nivel lingüístico más comprensible; se torna un hecho rutinario.
…el niño entra al mundo del lenguaje y la cultura con una preparación para encontrar, o inventar formas sistemáticas de relación con los requerimientos sociales y las formas lingüísticas…" (Bruner 1983, pp. 29)
Todas estas facultades originales, que empiezan a partir de las primeras relaciones sociales (intercambios etc.), son la ayuda básica y/o inicial para que el niño aprenda a usar el lenguaje. Es decir, antes de la comunicación lingüística, aprende otros sistemas funcionales de intercambio.
Entonces, la adquisición del lenguaje es pragmática, no sistemática o mágica. Lo que mueve al aprendizaje de la lengua es la necesidad comunicacional del ser humano; nuestra comunicación lingüística tiene una finalidad y una función.
En este caso la ayuda que recibe el niño por parte de los adultos (especialmente padres), es esencial para dicha adquisición. En primera instancia hay una adaptación lingüística de los mayores: cuando se le habla al pequeño se utiliza un nivel lingüístico más comprensible; se torna un hecho rutinario.
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