lunes, 15 de octubre de 2018

¿Cómo se elabora un texto expositivo?



Para elaborar un texto expositivo necesitamos:
1. Elementos de la exposición:
·         Elección del tema.
·         Tipo de exposición:
·         Divulgativa (recomendada).
·         Especializada.
·         Documentación (fuentes que se utilizarán para la elaboración del texto expositivo como diccionarios, enciclopedias, revistas, periódico, internet…)
·         Organización de la información.
·         Elaboración de un borrador previo.
·         Redacción final del texto expositivo.
2. Estructura y partes de la exposición:
·         Un título (preferentemente un Sintagma Nominal).
·         Estructura de la exposición:
·         Analizante (recomendada). La palabra clave de la exposición aparece en el título y en el primer párrafo del texto expositivo.
·         Sintetizante. La palabra clave aparece al final del texto, en la conclusión.
·         Tres párrafos (separados cada uno de ellos por un espacio)
·         Párrafo 1. Introducción. Presentación del tema.
·         Párrafo 2. Desarrollo. Explicación de las ideas y características principales del tema.
·         Párrafo 3. Conclusión. Breve resumen de las ideas más importantes.
3. Aspectos lingüísticos de la exposición:
·         Objetividad de las oraciones (debe evitarse la opinión personal).
·         Oraciones enunciativas afirmativas y negativas.
·         Uso del presente de indicativo y de la tercera persona del singular.
·         Otros aspectos:
·         Abreviaturas
·         Tecnicismos
·         Conectores (además, también, por último, en primer lugar, a continuación)
·         Uso del paréntesis
·         Fotografías que refuercen la comprensión del tema.

Cuando tengamos que hacer un texto expositivo, conviene que tengamos en cuenta estos principios:
  • Tener claro el tema de la exposición. Podemos hacer una lista de los detalles que queremos incluir; seguramente tendremos que excluir otros, bien porque nos queremos centrar en algunos, bien porque no podemos hacer un texto inabarcable.
Para reunir esos datos podemos investigar en periódicos, revistas, enciclopedias, internet, o libros de texto; pero no debemos "copiar y pegar" tal cual. Nuestro texto es nuestro, y hay que demostrar cierto estilo y originalidad.
Decide el enfoque que quieres dar al tema. Pero recuerda que no debes dar tu opinión (aunque seguramente tendrás una propia): debes exponer los detalles, las personas, los hechos, en fin: los datos, de una forma objetiva.
  • Tienes que plantearte a quién te diriges; hay muchas posibilidades, y cada una requiere un formato diferente. Por ejemplo, un trabajo presentado a tu profesor; una exposición para presentar oralmente en clase; un informe que debas elaborar para el director de la empresa en que trabajes; etc.
  • Distribuye la información en varios párrafos: uno de introducción, otro (u otros) de desarrollo, y un tercero de cierre o conclusión (la conclusión puede ser innecesaria). En la introducción debes concretar el tema, de qué vas a tratar, y de qué no. También puedes expresar la metodología o enfoque que vas a seguir.
  • Es aconsejable escribir con oraciones relativamente breves; si no lo haces, el lector se puede perder. Los párrafos tampoco deben ser excesivamente extensos. Repasa el listado de conectores y marcadores del discurso y las posibilidades de interrelación de las ideas y párrafos, para elegir los conectores adecuados.
  • Emplea un buen diccionario de sinónimos; así no tendrás que repetir las mismas palabras. Debes evitar los términos demasiado generales, es decir, las palabras "ómnibus" o "comodín": cosa, hacer, problema, etc. No intentes, sin embargo, emplear palabras poco corrientes, porque puedes caer en la pedantería.
  • Cuando termines el borrador, repásalo y "púlelo". Tacha palabras o frases que no digan nada y sean meramente repetitivas; incluye los nexos que expresen la relación entre las diversas oraciones, si faltan; ten cuidado con la ortografía; evita el empleo de palabras coloquiales. Comprueba que has transmitido la información de manera objetiva, sin dar tu opinión en ningún momento, sin expresar tus gustos y preferencias, sin decir lo que te parece bien o mal.
Si el texto es importante, y tienes tiempo, conviene que lo dejes "dormir" un día, pensando en otras cosas, y volverlo a revisar para terminar la versión definitiva.  Con frecuencia se descubren fallos de lo más tontos.


Una de las dificultades a la hora de localizar conectores, es que no atienden a ninguna categoría gramatical en especial. De hecho, a la hora de referirnos a los conectores textuales podemos distingur entre:
·         Conjunciones y locuciones conjuntivas
·         Adverbios y locuciones adverbiales
·         Sintagmas
·         Oraciones
Ejemplo de texto con conectores. A modo de clasificación.
·         Copulativo: y, e, ni, que, además, incluso.
·         Disyuntivo: o, u, ya… ya…, ya… o…, sea… sea…, bien… ya sea…
·         Adversativo: pero, sin embargo.
·         Concesivo: a pesar de, aunque, aun cuando, si bien.
·         Condicional: si, siempre que, con tal que, siempre y cuando, cuando, en caso que, según.
·         Consecutivo: en consecuencia, por consiguiente, luego, por lo tanto, ahora bien, así que, con que, por eso, por ende, por lo que.
·         Causal: porque, pues, ya que, puesto que, debido a, como, dado que.
·         Comparativo:como, así, así como, tal como, menos que, más que, tanto como, tan… como…
·         Final: para, para que, a fin de que, con la finalidad de, con el fin de que.
·         Reformulativos:
·         Explicación: es decir, o sea, esto es, a saber, en otras palabras.
·         Recapitulación: en resumen, en resumidas cuentas, en suma, total, en una palabra, en otras palabras, dicho de otro modo, en breve, en síntesis.

·         Ejemplificación: por ejemplo, así, así como, por ejemplo, particularmente,  específicamente, para ilustrar.

·         Corrección : mejor dicho, o sea, bueno.
·         Afirmación: sí, también, cierto, ciertamente, efectivamente, claro, verdaderamente, desde luego, en verdad, en efecto, sin duda, sin ninguna duda, en realidad.
·         Duda o probabilidad: quizá, quizás, acaso, probablemente, posiblemente, seguramente, tal vez, a lo mejor, puede que.
·         Negación: no, jamás, nunca, tampoco, de ninguna manera, ni por ésas, ni mucho menos, ni por asomo.
·         Tiempo: antes, después, pronto, tarde, temprano, todavía, aún, ya, ayer, hoy, mañana, siempre, nunca, jamás, próximamente, enseguida, ahora, mientras, de repente, de pronto, a menudo, al amanecer, al anochecer, en un periquete, con frecuencia, de tanto en tanto, a última hora, de vez en cuando.
·         Lugar: aquí, allí, ahí, allá, acá, arriba, abajo, cerca, lejos, delante, detrás, encima, debajo, enfrente, atrás, al final, a la cabeza, a la derecha, a la izquierda, al otro lado.
·         Modo: bien, mal, regular, despacio, deprisa, así, aprisa, como, adrede, peor, mejor, fielmente, estupendamente, fácilmente, a sabiendas, a tontas y a locas, a oscuras, sin más ni más, en resumen, a ciegas, de este modo, a las buenas, a las malas, por las buenas, por las malas, a manos llenas, de alguna manera.
·         Comienzo de discurso: bueno, bien, ante todo, para comenzar, primeramente.
·         Cierre de discurso: en fin, por último, en suma, finalmente, por último, terminando, para resumir.
·         Transición: por otro lado, por otra parte, en otro orden de cosas, a continuación, acto seguido, después.
·         Digresión: por cierto, a propósito, a todo esto.




Todos sabemos el terror que genera una hoja en blanco. Muchas veces, en las aulas, aparecen consignas generales de escritura al estilo de :
·         Cambiar el final del cuento
·         Elaborar una descripción de tal o cual personaje
·         Escribir un cuento policial o de ciencia ficción o fantástico.
Ese tipo de consignas paralizarían a un adulto, aún si se tratase de un adulto que maneje el oficio de la escritura. De hecho, los escritores profesionales nunca escriben de la nada. Esa mirada romántica del escritor que se inspira en noches de luna llena sólo era creíble en las novelas decimonónicas. Cualquier escritor que se precie de tal se rodea de libros, elabora esquemas, tiene su “caja de herramientas” que, desde luego,  son palabras, frases, pequeñas ideas escritas al pasar. ¿Cómo podemos pretender que un niño de diez, once o doce años adquiera el oficio de escribir de la nada? A escribir se aprende. Nuestra obligación es acompañarlos en ese proceso y facilitarles el camino, al principio con pequeños pasos. Una estrategia sencilla y que da buenos resultados es escribir a partir de lo leído. Para eso será necesario trabajar diferentes tipos textuales  y observar las características de cada texto: cómo empiezan, qué palabras utiliza el escritor para evitar repeticiones, cómo se utilizan los verbos en la narración y de ese modo estamos reflexionando sobre el lenguaje, les estamos haciendo leer desde el lugar de escritores.. Por eso es además tan importante el dictado al maestro. Esta práctica casi no se utiliza en segundo ciclo, sin embargo es fundamental. ¿Qué nos lleva mucho tiempo? Sí desde luego como todo aprendizaje. Pero es la única forma de aprender sobre un terreno seguro. Solemos quejarnos porque las escrituras de los niños no tienen sentido, la pregunta sería ¿Les estamos enseñando a escribir a esos niños?. Otra estrategia que utilizan los escritores profesionales y que está circulando por las escuelas es la de utilizar escrituras intermedias. Ahora bien, ¿Qué son las escrituras intermedias?

 “.. Son diversas las escrituras intermedias o de trabajo que se pueden proponer a partir de las lecturas realizadas. Los propósitos de las escrituras intermedias son didácticos y comunicativos. Las escrituras intermedias son escrituras generalmente breves que se orientan hacia un propósito didáctico de incuestionable valor: proponer escrituras a diario –se aprende a escribir…, escribiendo-. Las características de las brujas, el texto de sus hechizos, la lista de sus objetos mágicos con breves indicaciones de sus características. A diario los niños necesitan enfrentarse con la escritura. Sin embargo, los maestros no pueden proponer todos los días la producción de textos de envergadura, como escribir un nuevo episodio de las aventuras de la bruja Mom; necesitan más bien detenerse con gran frecuencia en la revisión de escrituras intermedias para lograr que se produzcan avances en el desempeño de los niños. Para cumplir con su propósito comunicativo, es necesario que los maestros den a las escrituras intermedias una presencia sostenida: remiten a los repertorios de hechizos para incluir alguno de ellos en el nuevo episodio de la bruja Mom; retoman el listado de  Personajes Prototípicos en los cuentos infantiles  inicios o finales para que los chicos se inspiren en ellos cuando dictan a sus maestros una nueva versión de La bella durmiente. De ese modo, las escrituras intermedias brindan una oportunidad para renovar el ambiente alfabetizador del aula: carteles con frases célebres de los cuentos tradicionales, cuadros comparativos de cuentos leídos, listas de personajes, planes para una nueva versión, etc, se ofrecen en el salón como “referencias seguras” para escribir. - Extraído de:


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Licenciada y profesora en Letras Modernas, egresada de la UNIVERSIDAD NACIONAL DE CÓRDOBA.ESPECIALISTA EN LITERATURA ARGENTINA. Especialista en Investigación Educativa. (ISP Joaquín V. González) Especialista en Litertura Infantil y Juvenil (CEPA) Actualemnte se encuentra cursando la Maestría en Análisis del Discurso (UBA) Publicó numerosos artículos y ensayos para diferentes sellos editoriales (Cántaro, Puerto de Palos, Paidos, revistas del ISPEI Sara Eccleston) En el 2012 su blog Entre el mouse y la tiza recibió el PRIMER PREMIO A LOS BLOGS EDUCATIVOS otorgado por la UNIVERSIDAD NACIONAL DE BUENOS AIRES (UBA) A raíz de ese premio fue convocada por distintos medios periodísticos. Durante 2013 el mismo blog resltó ser finalista de dicho concurso. En estos momentos se encuentra abocada a la investigación y la escritura de un ensayo en colaboración con la Lic. Cristina Olliana. Acaba de publicar Y DE PRONTO LA VIDA un ensayo destinada a la Crianza, la literatura y el Juego.

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