La Pragmática o Pragmalingüística
es un subcampo de la lingüística también estudiado por la filosofía del
lenguaje. Es el estudio del modo en que el contexto influye en la
interpretación del significado. El contexto debe entenderse como situación, ya
que puede incluir cualquier aspecto extralingüístico. La Pragmática toma en
consideración los factores extralingüísticos que determinan el uso del
lenguaje, esto es, todos aquellos factores a los que no se hace referencia en
un estudio puramente gramatical.
El principio cooperativo, también
conocido como Máximas de Grice fue redactado por el filósofo Paul Grice con el propósito de describir las reglas
pragmáticas que rigen la conversación en lenguaje natural.
Máxima
de Cantidad está en relación con la cantidad de información que debe darse.
Incluye dos submáximas 1) Haga que su contribución sea todo lo informativa que
el intercambio requiera. 2) No haga que su contribución sea más informativa de
lo que el intercambio requiera.
Por otra parte la
Máxima de Calidad se refiere a la verdad de la contribución, que se especifica
también en dos submáximas: 1) No diga lo que crea que es falso 2) No diga nada
de lo que no tenga pruebas adecuadas.
Otra d las máximas que nos
propones Grice es la Máxima de
Relación (o relevancia) que comprende la máxima que Grice
denomina «vaya usted al grano», haga su contribución relevante.
También hay que tener en cuenta la Máxima de Manera (o modo) la supermáxima es «Sea
usted claro» y comprende cuatro submáximas. 1) Evite la oscuridad 2) Evite la
ambigüedad 3) Sea escueto 4) Sea ordenado.
No obstante, con frecuencia estas
máximas no se cumplen. De hecho, se suelen romper de forma intencionada para
transmitir información de forma no literal (mediante la ironía, por respeto,
etc.) y para generar la producción de sobreentendidos y presuposiciones
(mecanismos de interpretación que van más allá de lo manifestado en los
enunciados).
El filósofo inglés J. L. Austin, elaboró en los años sesenta una teoría que se conoce como Teoría de los actos de habla; en ella propuso que hablar no es solamente "informar"
sino también "realizar" algo. La propuesta fue conocida a través de
su libro (publicado por primera vez en 1962) How to do things with words (Cómo hacer cosas con palabras) Su postura iba en contra de las aproximaciones
más tradicionales que veían al lenguaje en función de la mera transmisión de
información. Se centró en el estudio de los verbos que denominó
"performativos" como prometer, demandar, jurar, acusar, etc.
Para Austin, el acto de habla
tiene tres niveles, o se realiza a través de tres actos conjuntos: el acto locutivo, que consiste meramente en
enunciar la frase en cuestión; el acto o fuerza ilocutiva, que consiste en llevar a cabo algo a través de las palabras
(prometer, amenazar, jurar, declarar); y el acto o efecto perlocutivo, que consiste en provocar un cambio en el
estado de cosas o una reacción en el interlocutor.
Muchos investigadores han
continuado trabajando con la teoría de actos de habla. El más destacado ha sido
un discípulo de Austin, John Searle quien nos
habla de
Es un concepto base de la teoria
de la cortesía, bastante utilizado en el estudio de las interacciones entre el
hablante y el oyente, de la misma manera que la interacción social se rige por
normas de convivencia sociales, también el lenguaje incorpora normas que
regulen la interacción. El estudio de estas normas pertenece a la llamada Teoría de la
cortesía. El propio Grice expuso que habrían máximas además de las cuatro
máximas del principio de cooperación (máxima de cantidad, máxima de cualidad,
máxima de manera y máxima de relevancia)como el hecho de ser cortés en la
comunicación. La propia Robin Lakoff definió la cortesía como un instrumento
para suavizar los roces en la interacción social. Es la noción de “imagen
social" (negativa o positiva) la que articula dicha teoría. Esto es, es la
imagen pública o el prestigio que un individuo desea proyectar y conservar.
Puede tomar dos formas: una imagen positiva que representa el deseo de un
individuo de parecer digno de aprobación, y una imagen negativa que representa
el deseo de un individuo de ser autónomo, no bajo el control de otros.
En la conversación, es de interés
mutuo mantener la “imagen” de uno y de su interlocutor. Las estrategias de
cortesía derivan de esta necesidad de salvar o guardar la cara, ya que es
vulnerable.
Muchas interacciones
conversacionales son amenazas a la imagen pública. los mandatos, pedidos,
sugerencias, consejos, etc. son amenazas a la “cara negativa” (de autonomía) las
expresiones de desaprobación, desacuerdos, acusaciones, interrupciones, etc.
son amenazas a la “cara positiva” (del sentido de valor)
las confesiones y disculpas son
amenazas a la “cara positiva” de la persona que las hace.
Por eso, el emisor tratará de
suavizar la potencial amenaza, y para ello es necesaria la cortesía.
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