HABLEMOS DE LA IMPORTANTE
FIGURA DEL NARRADOR
En la mayoría de las obras narrativas para adultos del
siglo XIX, los escritores no aparecen muy preocupados por el problema del
narrador (el novelista cuenta y da por supuesto que unos lectores lo leerán y
eso basta). La conciencia acerca de la figura del narrador se acrecienta
notablemente en torno a Freud y al descubrimiento del inconciente, sin lo cual no podrían
explicarse ni Joyce, ni Kafka, ni Faulkner, por dar sólo
algunos ejemplos, y desde ese momento la figura del narrador/punto de vista ya
no cesa de complejizarse, paralela a la convicción cada vez más potente de que
no existen verdades absolutas, que cada uno de nosotros construye su pequeña
verdad.
En la literatura destinada a niños y jóvenes, como sucede en otras cuestiones, esta preocupación y esta conciencia es mucho más tardía y más aún lo es en nuestro país, donde la narración de historias de largo aliento, salvo algunas excepciones, ha comenzado hace pocos años. Es importante que no pasemos por alto que en la época de la dictadura hubo mucha represión en materia de literatura y que se consideraba que los niños debía solamente escuchar una literatura fuertemente didáctica
.
Pero nos parece esencial destacar que hasta la ruptura epistemológica que significó el final dela Edad Media - queremos
marcar esto para que se comprenda mejor la importancia del CONTEXTO- desde luego
hechos como la revolución copernicana, la caida de un mundo teocéntrico, la
aparición del humanismo y de otra concepción de la vida generan una crisis de
valores, sin duda una de las crisis mayores de la historia de la humanidad que
va a influir en el arte y la literatura, el narrador en tercera omnisciente fue, prácticamente, el único modo de
contar: el hombre no conocía, casi diríamos, otro
modo más que éste. Narrador en tercera omnisciente o un narrador/un yo
autobiográfico (primera persona, no ficcional, adherida al autor, que narraba
lo que le había sucedido a él)
Por esa razón y por la cosmovisión que sostiene, el narrador omnisciente, aquel tipo de narrador primigenio, el del illo tempori, nos llevará siempre a hechos sucedidos – o como si sucedieran- en el tiempo del Mito o en los comienzos dela Historia (tan en los
comienzos que los hechos son imprecisables en el tiempo e indefinidos en el
espacio) y resultará de gran eficacia para el relato épico y para el desarrollo
de lo heroico, así como será parte constitutiva del género maravilloso (también
de lo maravilloso contemporáneo, incluso en buena medida de lo que llamamos el
realismo mágico). Se trata, hoy como ayer, de un narrador que posee un saber
total sobre lo contado, un narrador que a la manera divina sostiene un mundo
donde luchan el Mal y el Bien, un mundo de fuerzas antagónicas donde, después
de muchas adversidades, el triunfo del bien puede ser garantizado. Un narrador en fin en el que podemos
confiar, razón por la cual aparece con mucha frecuencia (aunque no siempre con
la misma eficacia) en la literatura destinada a niños y jóvenes.
El narrador es una de las tantas especificidades que tiene la literatura y que vamos a ir develando para convertirnos en mediadores entre la literatura y los más pequeños
En la literatura destinada a niños y jóvenes, como sucede en otras cuestiones, esta preocupación y esta conciencia es mucho más tardía y más aún lo es en nuestro país, donde la narración de historias de largo aliento, salvo algunas excepciones, ha comenzado hace pocos años. Es importante que no pasemos por alto que en la época de la dictadura hubo mucha represión en materia de literatura y que se consideraba que los niños debía solamente escuchar una literatura fuertemente didáctica
.
Pero nos parece esencial destacar que hasta la ruptura epistemológica que significó el final de
Por esa razón y por la cosmovisión que sostiene, el narrador omnisciente, aquel tipo de narrador primigenio, el del illo tempori, nos llevará siempre a hechos sucedidos – o como si sucedieran- en el tiempo del Mito o en los comienzos de
El narrador es una de las tantas especificidades que tiene la literatura y que vamos a ir develando para convertirnos en mediadores entre la literatura y los más pequeños
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