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CUESTIÒN DE TIEMPO
El horario de cada grado es una herramienta que organiza la tarea semanal y
permite cuidar en términos de tiempo didáctico el equilibrio entre las diversas
situaciones. Por eso es muy importante que armen el horario y que sepan que por
ejemplo todos los jueves van a hacer producciones escritas; que los lunes van a
trabajar con la bibliotecaria en la lectura de una novela, o un cuento, o a ver
un video…
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Es
FUNDAMENTAL tener una pequeña biblioteca
de consulta en el aula, a mano de todos y, por esa razón, muy conocida, cumple
con uno de los propósitos esenciales del Segundo Ciclo: aproximar nuevas
fuentes de información y orientar la exploración con propósitos de estudio.La
organización de la biblioteca del aula se inicia junto con los chicos al comienzo
del año. El inventario es una necesidad: hay qué saber cuántos libros hay y
cuáles son para tener un control sobre el patrimonio del grado. A la vez, al
inventariarlos los alumnos acceden al conocimiento de los títulos y a unas
primeras situaciones de exploración de los ejemplares.
Leer para escribir. Leer como un escritor y
escribir como un lector
A medida
que la lectura de los cuentos se va desarrollando, la elaboración de fichas de
las historias leídas permitirá volver a ellas cada vez que fuere necesario –en
el momento de la producción de las recomendaciones, por ejemplo, o para
consultar las características de un animal o de un escenario si deciden
escribir un relato original con animales.
No pueden faltar en las fichas datos tales como: título, autor, ilustrador,
editorial, colección si correspondiera. También podrán agregar una breve reseña
sobre el libro o un comentario personal sobre la impresión que les haya causado
la lectura. Es importante promover (y advertir) cómo los niños progresan en la
escritura de estos comentarios a medida que avanza el desarrollo de la
propuesta didáctica. En un primer momento, los niños seguramente expresarán una
opinión acotada, que les gustó porque se trataba de un cuento divertido, por
ejemplo. Es necesario acompañarlos en la ampliación de esas consideraciones y
la
explicitación
de criterios: por qué les parece divertido. Para ello, retome
aspectos
de la historia, de los personajes, del autor, cómo está escrito el relato...
que
seguramente han sido discutidos en el espacio de intercambio tras la
Planificar la recomendación que se va a producir.
Planificar
la escritura y hacer escrituras intermedias es fundamental. Como docentes
tenemos que incentivar a los niños a
releer las diversas recomendaciones de textos literarios −algunos podrían ser
de cuentos conocidos− con el fin de relevar los rasgos del género que
caracterizan a dichos textos. Luego, promover una discusión sobre lo que no
podría faltar en una recomendación. Debemos ayudarlos a descubrir que es
necesario comenzar por una presentación de la obra que van a recomendar:
título, autor, ilustrador y editorial. Luego, necesitarán presentar algún dato
del autor y algún aspecto de la historia para
que otros
niños se interesen en leerla (sin revelar el nudo de la cuestión
ni mucho
menos su desenlace) y, finalmente, será necesario incluir alguna valoración
personal que demuestre cómo, quien recomienda, valora este cuento e invita a
leerlo.
Escribir y revisar el texto.
Hay que
procurar que, durante el proceso de escritura,
los niños no pierdan de vista qué se recomienda y cómo se recomienda. Pueden
anticipar y registrar posibles frases y palabras que son utilizadas con
frecuencia para recomendar. Orientar la elaboración de una primera versión de
los textos y proponer más tarde su
lectura para analizar qué información falta sobre la obra o el autor y qué se
podría mejorar para que la recomendación apele al lector con éxito.
Debemos
trabajar para que nuestros alumnos
comiencen a tener en cuenta el papel de la puntuación para organizar el
discurso: uso de puntos y aparte para cada bloque temático, de comas en las
enumeraciones y en los vocativos, de signos de exclamación e interrogación.
Por
último, se necesita revisar la ortografía en sentido estricto.
Los niños tienen que aprender que, en muchas ocasiones, serán juzgados por la corrección de sus escritos. La ortografía puede ser discriminatoria; su dominio marca una posición sociocultural.
Los niños tienen que aprender que, en muchas ocasiones, serán juzgados por la corrección de sus escritos. La ortografía puede ser discriminatoria; su dominio marca una posición sociocultural.
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