LA HISTORIETA
Por Estela Quiroga
Hay temas que como mediadores no podemos soslayar, claro que como siempre se necesita profundizar en el marco teórico, por eso deseo compartir este trabajo con ustedes futuros colegas y/o colegas
Es difícil definir la historieta, sin caer en
cuestiones esquemáticas. No obstante, si hay algo que se puede decir de la
historieta, es que es un arte flexible que acepta constantemente innovaciones y
que siempre se está recreándose a sí mismo. De hecho, la historieta es un arte
que abarca muchos puntos de vista diferentes, por lo tanto, cada uno lleva su
propia opinión acerca de ella. Lo cual, es absolutamente válido.
Una aproximación
teórica
Toda teoría tiene un objeto, y lo primero que
trata de hacer es definirlo. Objetos escurridizos como la literatura, por
ejemplo, no han podido ser definidos, pero la corriente de pensamiento que lo
aborde intenta recortar ese objeto teórico para guiar las indagaciones (así,
los Formalistas Rusos decidieron que no estudiarían la “literatura” sino la
“literariedad”, es decir, las características que dan a una obra el estatuto de
literaria).
Todos
conocemos la importancia de los procedimientos y de la
especificidad del texto liteario.
Es posible, tal vez esbozar la idea de que en las
pinturas rupestres o en las ilustraciones de vasijas egipcias, así como en los
escudos de guerreros de la antigüedad clásica, pasando por las ilustraciones de
las páginas de volúmenes medievales, encontramos precursores de la historieta. Claro
que, si la historieta no hubiera existido, no los podríamos considerar
precursores.
El recorte teórico de nuestro objeto será,
entonces, de corte descriptivo más que histórico.
Uno de los primeros acercamientos teóricos
difundido sobre la historieta fue el realizado en 1985 en “On Comics and Sequential Art”. El libro de
Will Eisner nos dice:
“Este trabajo intenta considerar y examinar la
estética única del Arte secuencial como un medio de expresión creativa, una
disciplina diferenciada, un arte y una forma literaria que trabaja con la distribución
de dibujos o imágenes y palabras para narrar una historia o dramatizar una
idea. Aquí es estudiado en el marco de las historietas [comic books] o tiras
cómicas [comic strips], donde es universalmente empleado.”
La definición de Eisner resulta teóricamente
ambigua, porque todo arte narrativo (por no decir: todo arte) es secuencial, en
tanto la secuencia es una sucesión lógica de núcleos narrativos unidos entre sí
por una relación de solidaridad (uno presupone a otro); secuencialidad,
entonces, hay en una película o en un cuento, o incluso en una sinfonía. De
cualquier manera, la intención de Eisner (creador de la etiqueta “novela
gráfica”) es claramente conferir a la historieta (género bastante bastardeado
por aquella época) el estatuto de arte, incluso se atreve a caracterizar a la
historieta como forma literaria.
La definición de Eisner nos sirve, pero no tanto.
Debemos seguir indagando.
Unos años después, Scott McCloud, en “Understanding
Comics”, define a la historieta como “Imágenes
pictóricas y de otros tipos yuxtapuestas en secuencia deliberada, con el
propósito de transmitir información y/o obtener una respuesta estética del
lector”. Nuevamente encontramos la recurrencia de la elaboración y la
organización de imágenes como característica propia de la historieta. Y esta
definición cae en el mismo lugar que la de Eisner: el cine secuencia imágenes,
incluso puede trabajar con la yuxtaposición para lograr algún efecto. Un triptico
(“El jardín de las delicias” de El Bosco) yuxtapone tres imágenes y la lectura
de uno a otro cuadro no es necesariamente secuencial. Incluso, si se piensa en
el llamado "humor gráfico", las tiras de una sola viñeta no tendrían
secuencia desde la perspectiva de McCloud, sin embargo, la organización de los
elementos dentro de la viñeta
respondería a una tentativa secuenciadora de la narración visual desde el
momento en que la lectura responde a una dirección -derecha/izquierda,
arriba/abajo-). Como vemos, esta característica puede ser constitutiva del
género, pero no lo define en su totalidad o no le pertenece solo a la
historieta. La segunda parte de la definición, la referente al mensaje y la
respuesta del lector, ya había sido advertida por Aristoteles en su Poética
cuando hablaba de la catarsis (el
efecto estético en McCloud) que ocurría en el espectador de una obra poética
(lírica, épica o trágica).
Parece interesante lo que dice el semiólogo italiano
Umberto Eco
“la historieta es
un producto cultural, ordenado desde arriba y que funciona según toda la
mecánica de la persuasión oculta, presuponiendo en el receptor una postura de
evasión que estimula de inmediato las veleidades paternalistas de los
organizadores (…), así, los cómics, en su mayoría reflejan la implícita
pedagogía de un sistema y funcionan como refuerzo de los mitos y valores
vigentes”
La cita es obligada, aunque hay que decir (bajo
cierto riesgo) que la definición no nos ayuda. Todas esas características
enumeradas por Eco pueden ser aplicadas con mayor o menor injusticia a la
literatura o al cine.
Juan Antonio Ramírez, catedrático de Historia del
Arte en la Universidad Autónoma de Madrid, dijo: “definiremos el género como un relato icónico-gráfico o
iconográfico-literario destinado a la difusión masiva en copias mecánicas
idénticas entre sí, sobre soporte plano y estático, y cuyos códigos (icónico y
eventualmente literario) tienden a integrarse en sentido diegético-temporal”.
Esta definición engloba un espectro amplio de características que ciertamente
le son propias la historieta. Respecto de su lenguaje, dice que es icónico (el
ícono es un signo que reproduce por analogía figurativa el objeto al que se
refiere; su significante es parecido a su significado) e incluso (cosa que Eco
no hace) dice que puede ser literario. Habla de su difusión: masiva, en soporte
plano y estático (abarca las ediciones en papel e incluso las digitales). Y con
el código (acá se pone complejo), lo que quiere decir es que integra y moldea a
un lenguaje propio desde una perspectiva narrativa (diegética) temporal (o sea
sucesiva).
La ambigüedad de este abordaje reside en la
consideración respecto del lenguaje ("icónico-gráfico
o iconográfico-literario") porque la connotación de
"literario" puede ser doble: o bien la historieta tiene un lenguaje
icónico y uno literario (compuesto de litterae,
letras) o bien tiene un lenguaje icónico que forma parte de, o puede acceder al
lenguaje de la (alta) literatura.
Ya deambulamos demasiado por los caminos teóricos
de otros y tenemos unas cuantas intuiciones como para elaborar una definición
propia.
El elemento fundamental de la historieta es la
imagen. Pero no es el único, porque sabemos que también que puede o no aparecer
un mensaje verbal. También sabemos que hay una disposición intencional de
imagen y palabra de modo secuencial. Entonces diremos que el cómic es una
narración representada en dos lenguajes complementarios: un lenguaje visual y
uno verbal.
Hasta aquí, nuestra definición es igual de
insuficiente que las otras.
Agregaremos, entonces, que estos lenguajes están
dispuestos sobre un soporte plano y estático y que está destinado, como dijo
Jiménez, a la reproducción masiva.
Entonces, para
nosotros, la historieta es fundamentalmente un arte (en un doble sentido: arte en su aspecto etimológico de
“conjunto de técnicas” y arte, en su
acepción moderna, como producto de las Bellas Artes) que articula un lenguaje
visual (fundamental) y uno verbal (prescindible) para poner en escena (de modo
eidético, visual, pues una historieta no puede ser contada en voz alta
-traducida en un lenguaje verbal- sin pérdida de información) un mensaje sobre
un soporte plano y estático destinado a ser reproducido técnicamente para la
posterior recepción masiva, llevada a cabo por individuos poseedores de una
"competencia historietística" (en el sentido Hymesiano de
"competencia comunicativa": conocimiento de un conjunto de reglas y
dinámicas que permiten la codificación—decodificación de un mensaje en varios
niveles que tiene lugar en un evento comunicativo; esto es, que los receptores
son capaces de interpretar con cierta seguridad el código propuesto por una
historieta).
INTENTEMOS UN
PUNTEO:
●
Obra de arte / primera literatura de la infancia
●
Trasmite mensajes culturales históricos /
estéticos
●
Se orienta a partir de las condiciones de
producción
●
Genera nuevos modos de leer.
●
Existen brechas que el lector debe reponer
●
Lectura recurrente y siempre nueva.
●
Formato apaisado……….Historia de desplazamientos
●
Composición dinámica por momentos simétrica y por
momentos asimétricas
TRABAJO PRÁCTICO
Les sugerimos
leer la historieta de R. Piglia y el texto de H. Quiroga. Asimismo, el texto de
Fontanarrosa acerca del Flautista de Hamelín y el cuento tradicional. Luego
respondan:
¿Qué
particularidades tiene la historieta con respecto al cuento?
LA HISTORIETA QUE
HIZO HISTORIA EN NUESTRO PAIS Y TRASCENDIÓ LAS FRONTERAS.
Como futuros
mediadores, es importante que al menos tengan ciertos conocimientos sobre uno
de los máximos guionistas de la historieta argentina. Por esa razón queremos
compartir un artículo difundido por TELAM cuando se cumplían treinta años del
secuestro de Héctor Oesterheld
Biografía de
Oesterheld a 30 años de su secuestro
Por Jorge Boccanera, 2007
A 30 años del secuestro de Héctor
Oesterheld por la dictadura militar - un 27 de abril de 1977- aparece en España
una biografía en formato de comic del inolvidable autor de "El Eternauta",
que estuvo a cargo de los periodistas Judith Gociol y Diego Rosemberg.
La colección española de comics Sins
Entido , anunció la publicación del libro "Oesterheld. Rey de reyes",
que pone en foco a uno de los forjadores de la historieta argentina.
"El libro va a salir también en
consonancia con otras fechas, ya que hace 50 años Oesterheld fundaba con su
hermano Jorge las publicaciones Hora Cero y Frontera, creaba personajes como
Ernie Pike y Rolo el Marciano, y aparecía "El Eternauta".
Oesterheld nació en Buenos Aires en 1919
y creó unas 160 historietas
"El uso del lenguaje -dijo la
periodista Judith Gociol - la construcción de personajes, la tensión del
relato: un narrador que eligió ese formato porque confiaba en la historieta
como un vehículo de comunicación de enorme alcance popular. También escribió
cuentos infantiles e historias de ciencia ficción".
Oesterheld, según Gociol -coautora de los
libros: "Un golpe a los libros" y "La historieta
argentina"-, fue un precursor en varios sentidos: "El héroe colectivo,
la localización en una geografía concreta y reconocible, y sus argumentos que
van más allá del maniqueísmo de héroes buenos, justos y triunfadores".
Sobre los dibujantes que trabajaron con
Oesterheld, la periodista adujo que cada quien hizo su aporte personal, aunque
nombró a Solano López y Alberto Breccia por las historietas "El
Eternauta" y "Mort Cinder": "sumamente popular la primera y
consagrada por su calidad la segunda".
La apertura de Oesterheld, está marcada
también por su labor editorial, y las revistas y editoriales que fundó en los
años 50. Para Gociol, revistas como Hora Cero y Frontera fueron parte de:
"el auge editorial de esos años, que conjugó cantidad y calidad, aunque la
empresa no se sostuvo económicamente".
En la misma dirección, "ese modo de
la industria cultural -pensado para hacer productos buenos, pero también
baratos, que se vendieran en los quioscos y llegaran a los sectores populares-
marcó a Oesterheld y le dio un training enorme para producir con ritmo fabril:
mucho, rápido y bien".
Desde el anecdotario nutrido del
personaje llegan las versiones de que le ofrecieron escribir la vida de Perón
en 1951. Esto, según Gociol, lo narra la viuda del guionista, Elsa Sánchez
Oesterheld: "dice que a su marido lo llamaron de la presidencia pero se
negó, ya que por entonces era un ferviente antiperonista".
Otra anécdota lo muestra como creador de
un personaje popular del cómic infantil vernáculo: la "Bruja Cachavacha".
Gociol contó que aunque un grupo de seguidores fanáticos de Cachavacha
sostienen que fue una creación de García Ferré, "un personaje con ese
nombre apareció 15 años atrás en la tira ’Gatito’, que Oesterheld firmó con el
pseudónimo ’Sánchez Puyol’".
Sobre los cruces entre Jorge Luis Borges
y Oesterheld, también hay indicios de que se conocieron cuando el autor de
"El Aleph" era director de la Biblioteca Nacional: "el guionista
lo iba a buscar -aseguró Gociol- y salían a caminar; compartían el amor por la
ciencia ficción. Con el tiempo quedarían, ideológicamente, en polos opuestos.
El guionista, con sus cuatro hijas
-Beatriz, Marina, Estela y Diana- integra las listas de víctimas del terrorismo
de Estado; se presume que fue detenido en La Plata el 29 de abril de 1977.
Por diversos testimonios, habría pasado
por varios centros clandestinos como Campo de Mayo, el Vesubio y el Sheraton;
lugar donde compartió cautiverio con el sociólogo Roberto Carri y el cineasta
Pablo Szir.
Gociol subrayó que el autor de "El
Eternauta", no dejó de crear ni en la clandestinidad, ni cuando permaneció
prisionero de la dictadura. "Escribía en la isla del Tigre donde buscó
refugio; por esos años iba a la editorial Columba, clandestino y hasta llegó a
dictar guiones desde teléfonos públicos".
"Aún secuestrado siguió trabajando
-acotó. Los militares le pedían una historieta sobre San Martín; él aceptó
pensando que ganaba tiempo", relató Gociol.
Refiriéndose a la figura mítica de
Oesterheld, Gociol apuntó que es difícil definir qué es un mito, en una persona
cuya vida fue a un ritmo de producción y de acontecimientos tan concreta, pero
quizás fue justamente lo que lo mitificó: "la cantidad de obras y su
calidad, así como los acontecimientos políticos que surcaron sus días y su
muerte, la de sus hijas y yernos".
Su obra está abierta a lecturas
diferentes, remarcó Gociol, en el análisis de quienes "siempre andan tras
la pista de alguna historieta desconocida o de precisar nuevos datos.
Todo lo que daría cabida a nuevas
interpretaciones. El tiempo y el recambio generacional dan posibilidad de
revisar lo vivido desde una perspectiva de época".
Fuente: Telam
Héctor Germán
Oesterheld: Vida y obra de un militante
Por Juan Carrá
Basta simplemente con nombrar “El Eternauta”
para realizar un viaje –al mejor estilo Juan Salvo- a las décadas de mayor
actividad política en nuestro país. Si bien la primera versión de la historieta
nació en 1957, se convirtió en una obra de lectura obligatoria para aquellos
jóvenes que una década después se incorporaban a la vida militante a través de
las diversas organizaciones político-militares surgidas entre los 60 y 70.
En esta primera aparición, Oesterheld
logra componer una conjunto de personajes que se conjugan en torno de una historia
ambientada en lugares reales de Capital Federal. Esta cuota de realismo permite
al lector sentirse parte de la historia, ya que todo transcurre en lugares
comunes protagonizado por gente común. Este último elemento es, quizás, el que
encierra la mayor fuerza de la obra. La resistencia a la invasión esta
encarnada por hombres, mujeres y niños comunes, no hay superhombres, todos
aportan desde su lugar para construir una férrea resistencia a la invasión. El
propio Oesterheld dice: “… quizá por esta falta de héroe central, El Eternauta
es una de mis historia que recuerdo con más placer. El héroe verdadero del
Eternauta es un héroe colectivo, un grupo humano. Refleja así, aunque sin
intención previa, mi sentir íntimo: el único héroe válido es el héroe “en grupo”,
nunca el héroe individual, el héroe solo”.
En estas palabras que sirvieron de una
especie de prólogo para las reediciones de la primera parte de la zaga, queda
expresado con claridad que el carácter político que adquiere la obra no es
buscado. Oesterheld, al igual que todos los autores, expresa en su obra lo más
complejo de su sentir que se ira profundizando o modificando a medida que el
guionista vaya adquiriendo mayor compromiso político militante.
Para ese entonces la Argentina comenzaba
a vivir los prolegómenos de lo que décadas después se configuraría como el
terrorismo de Estado. Según palabras de David Viñas, Aramburu y Rojas fueron el
prolegómeno de Videla y Massera. El golpe de Estado de 1955 que tenía como
principal fin la proscripción del Peronismo generó como contrapartida el
agrupamiento de los sectores leales a Perón en lo que se denomino “La
Resistencia Peronista”. Encarnada por un sector del movimiento obrero
peronista, sumado a un conjunto de intelectuales y a simples adherentes al peronismo
que organizados buscaban fracturar la barrera represiva de censura que se había
montado con el fin de desmantelar la “cultura peronista”.
¿Es ilógico pensar que este clima de
época influyera en la pluma de Osterheld?. Si bien no hay testimonios que afirmen
de su adhesión al peronismo en esta época, el entramado social que el autor
condensa en el héroe colectivo se asemeja mucho al sujeto que componía la
resistencia peronista. Obreros metalúrgicos, encarnados en el papel protagónico
del personaje de Franco, un joven tornero que se destacará como un gran
combatiente en la resistencia a la invasión; científicos –como es el caso de
Favalli-, incluso el Ejercito Argentino, fundamental en la batalla de River
Plate, son algunos de los que acompañan a Juan Salvo en esta guerra. La
aparición del Ejercito no es un dato menor ya que, por esa época, sectores de
esta institución leales al peronismo fueron fusilados por intentar un
levantamiento que posibilitara la vuelta al poder de Juan Domingo Perón. La
importancia del fusilamiento del General Valle para la configuración de la
estructura de sentimientos del peronismo encontró lugar también en las páginas
del Eternauta. El paralelismo entre la primera parte del Eternauta y el proceso
de organización y resistencia del germen de la izquierda peronista es una
lectura que a la luz del resto de su obra no es para nada descabellada. Un dato
más que suma para ver el contexto de época en la obra es la aparición en una de
las viñetas de una pared pintada con la leyenda “vote Frondizi”, es importante
recordar que es el pacto con el peronismo el que lleva a Frondizi a la
presidencia.
Otro aspecto importante para destacar del
Eternauta es la legitimación de la violencia organizada por parte de los
sobrevivientes a la nevada mortal. Si bien se cuestiona las peleas entre
sobrevivientes, en lo que Favalli se atreve a catalogar como la supremacía del
más fuerte, en ningún momento se cuestiona la utilización de la violencia por
parte de los humanos sobrevivientes.
Para finales de 1961, Oesterheld creó un
magazín de ciencia ficción para Editorial Ramírez que combinaba información
científica con historietas, relatos y cuentos del género. Dicha publicación fue
bautizada como “El Eternauta”, aprovechando la popularidad alcanzada por la historieta
publicada años antes. A partir del cuarto número el viajero del tiempo se
convirtió en vehículo y pretexto para el relato de sucesos históricos
ilustrados, a la manera de Ernie Pike de Batallas Inolvidables. Así, Juan Salvo
se corporiza ante el guionista, tal cual la versión original, y le narraba
sucesos históricos de la talla de Pompeya o Hiroshima. En el número 6, de abril
de 1962, el autor retoma el final de la primera versión y construye una especie
de continuación que comienza con el Eternauta corporizándose una vez más frente
a Oesterheld. Juan Salvo dice: “Te conté de Hiroshima, te conté de Pompeya… Ni
yo mismo sé por qué te he hablado de todo eso… Quizá te hablo de todo esto para
borrar con otro horror el horror que trato de olvidar. Mientras cuento vuelvo a
vivir lo que cuento… Y si hablo de Hiroshima, si hablo de Pompeya, olvido el
horror máximo que me tocó vivir. ¿Qué fue Pompeya, qué fue Hiroshima al lado de
Buenos Aires arrasado por la nevada?” De esta manera comienza la continuación
que se extenderá hasta la interrupción de la publicación en febrero de 1963.
Esta parte se publicó posteriormente en forma de novela, dejando de lado las
ilustraciones de Schiaffino, Lobo, Fahrer, Muñoz, Durañona, Spadari y otros.
En el nuevo relato del Eternauta se
pueden apreciar varias diferencias con la primera parte. En principio la idea
de darwinismo social prevalece a la de organización popular en torno de un
enemigo común. Por otro lado Juan Salvo comienza a ser El héroe de la zaga,
dejando de lado un poco al resto de los personajes que van apareciendo.
Otro elemento a tener en cuenta es la
intervención de soldados estadounidenses en la lucha contra el invasor. Esto es
importante de destacar ya que unos años después en 1969, Oesterheld reedita la
versión original de la historia a pedido de la revista Gente, pero modificando
de manera importante el guión. En esta nueva versión aparece claramente
definida una ideología. En plena Guerra Fría, mientras la Argentina vivía uno
de los puntos más álgidos en la lucha de clases, Oesterheld agrega al guión
original un acuerdo entre los “Ellos” y las dos superpotencias de entonces –
los Estados Unidos y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas- para poder
invadir tranquilos Sudamérica. Es evidente en este nuevo guión la aparición de
la llamada “Tercera Posición” impulsada por Perón, que se expresa de manera
contundente en la frase “ni yanquis ni marxistas, peronistas”. Sin dudas este
puede ser considerado un punto de inflexión en la obra de Oesterheld, más si
tenemos en cuenta que alrededor de un año antes, en 1968, publicó una biografía
del Che Guevara en formato de historieta, que abrirá una colección de
biografías de “héroes latinoamericanos”. De esta forma su ideología comienza a
aparecer sin ningún tipo de rodeos en las viñetas de sus historietas. Si bien
es posible que a partir de este momento cada historia de Oesterheld gana en
compromiso con su proyecto, podemos decir que es notable la perdida de calidad
en términos literarios de sus guiones.
Esta versión de la primera parte que se
entregaba en fascículos semanales con cada edición de la revista Gente duró
solamente tres entregas ya que según la revista las modificación introducidas
en el guión sumado a los dibujos de Breccia habrían generado un rechazó en los
lectores. Sin embargo, teniendo en cuenta que dichas modificaciones están
impregnadas de un mensaje político-ideológico no sería ilógico pensar en un
acto de censura por parte de la editorial responsable de la publicación.
Teniendo en cuenta esto, podemos hablar
que la obra de Héctor Germán Oesterheld, esta dividida en dos etapas donde la
división entre ellas es la irrupción del autor en la vida política ya no sólo
como intelectual sino como activo militante.
En el año 1970 verá la luz un nuevo
trabajo del historietista, siguiendo fiel a su idea de transformar a la
historieta en un medio de educación, entrega el guión de la biografía de Maria
Eva Duarte de Perón. La publicación de este trabajo, que fue idea original de
Oesterheld pero termino siendo guionada por el periodista Luís Alberto Murray
con dibujos de Breccia.
Tanto este trabajo como la biografía del
Che fueron el inicio de una búsqueda por parte del autor de contar una versión
diferente de la historia. Así Oesterheld comienza a crear guiones de hechos
históricos que sirvieron de referencia para la construcción de un imaginario
social colectivo que amalgamara al nuevo sujeto histórico en base al mito de
una historia común. Así surge un trabajo titulado “Latinoamérica y el
imperialismo, 450 años de Guerra” publicado en “El Descamisado”, órgano oficial
de los sectores mas radicalizados del peronismo. Cabe aclara que en estos
guiones se apela a la construcción de una identidad histórica muy similar a la
que proponían intelectuales que se enrolaban en el nuevo revisionismo
histórico.
Por otro lado comienza a hacerse pública
la participación de Oesterheld, -desde las páginas del “Descamisado” y del
periódico montonero “Noticias”, en el cual publicaba una tira semanal llamada “
La guerra de los Antartes”, o en Ezeiza recibiendo al líder-, de manera
orgánica en el peronismo. Sin embargo no se puede precisar cuando comienza su
vinculo con la organización Montoneros.
Ya en Diciembre de 1976, con el aparato
represivo del Estado en pleno funcionamiento, se edita la segunda parte del
Eternauta. El binomio Oesterheld-Solano López, deciden darle continuidad al
Eternauta publicando la segunda parte.
La historia comienza en el mismo lugar
donde termina la número uno: Germán parado frente a la casa de Juan Salvo
recuerda lo que el Eternauta le había narrado y se pregunta si contándolo el
podía ayudar a que se evitara la invasión. Dentro de Germán comienza aparecer
una contradicción entre su sentir, su pensar y su actuar. Necesita ser
protagonista de esa historia que esta por venir pero sus miedos interiores lo
hacen retraerse. El hecho de conocer lo que sucederá lo atormenta y lo moviliza
al punto de vencer sus miedos y poder así enfrentarse con Juan Salvo y sus
amigos para decirles lo que el Eternauta les había narrado.
Esta decisión de Germán y el posterior
viaje a través del tiempo junto al Eternauta componen un giro sustancial en
historia comparándola con el número uno. Aquí Germán deja el cómodo sillón de
guionista y pasa a vivir en carne propia la lucha por la libertad de la
humanidad. El cambio de narrador en la segunda parte acompaña la decisión
personal que Oesterheld había tomado para su vida: brindarse en cuerpo y alma a
la lucha revolucionaria.
En esta nueva aventura del Eternauta Juan
Salvo y su familia junto a Germán son trasladados en el tiempo hacia el futuro
al 2200 dc. En esta época la población esta compuesta por los sobrevivientes al
estallido superatómico denominado “la gran catástrofe”. Manos, Ellos, Gurbos y
un conjunto de familias que fueron capturadas cuyos descendientes conformarán
el “pueblo de las cuevas”. También aparecen unos nuevos seres mutantes creados
por los Ellos que son los Zarpos.
A lo largo del a historia Juan Salvo y
Germán Irán organizando al pueblo de las cuevas para resistir la dominación de
los invasores. Aquí hay otra gran diferencia con el espíritu del Eternauta
original. Mientras que en la primera parte el héroe colectivo se impone a las
voluntades individuales, ahora Juan Salvo –dueño de poderes sobrenaturales que irá
descubriendo a medida que avanza la historia- jugara un rol de dirección
incluso por encima de los lideres naturales de ese pueblo.
Para ejemplificar esto es interesante
recurrir a un fragmento de la historia en la cual el Eternauta envía a morir a
un grupo de habitantes del pueblo de las cuevas con el fin de que otro sector
del grupo pueda avanzar sin ser detectado por el enemigo. Cuando es destruido
este grupo de avanzada, ante los ojos de sus compañeros, se le recrimina al
Eternauta esta acción y el implacable contesta que lo importante es que ahora
podían avanzar para llegar a cumplir su objetivo El Eternauta como dirección
político-militar de la resistencia no vacila en enviar a la muerte a sus
compañeros y lo mas importante de esto es que luego del primer reclamo hay una
aceptación por parte del resto de esta actitud que se ejemplifica en el
siguiente dialogo:
-Los mandaste a Matar
-Si Artemio los hizo morir. Tenían que
morir… para que nosotros sigamos tratando de salvar las cuevas. Quién sabe cuántos
de nosotros moriremos antes de que las cuevas estén salvadas.”
La aceptación de la muerte en pos de un
objetivo común comienza a aparecer pero esta vez dirigida por aquellos que por
manejar mayor información –recordemos que el Eternauta conoce al enemigo de
combates anteriores- comienzan a cumplir roles de vanguardia.
Este cambio en el seno de la historia
refleja el modo de funcionamiento de las organizaciones político militares de
los 70 en las cuales estaba incluida Montoneros a la cual pertenecía Oesterheld.
Esto no quiere decir que se este denunciando una actitud de las conducciones de
enviar a morir a sus militantes, sino todo lo contrario: aparece la aceptación
de los militantes, incluso de un cuadro medio cómo lo era Oesterheld de la
palabra de la dirigencia sin cuestionamientos, incluso cuando lo que se jugaba
era la vida misma.
Otro elemento que aparece reflejado en
esta parte de la historia esta vinculado a la idea expresada por el general
Vietnamita Giap en su texto “el hombre y el arma” –de lectura obligatoria en
Montoneros- en el cual expresa el fundamente de victoria de una guerrilla.
Recuperando la idea de las fuerzas morales como fuente de victoria de los
ejércitos expresada por Clausewitz , Giap sostiene que en la guerra
revolucionaria lo determinante es el Hombre y no sus armas. Así nace uno de los
postulados fundamentales que será tomado por todas las organizaciones
revolucionarias del mundo. La idea de que lo simple –un ejercito popular armado
con armamento casero e inferior- puede derrotar a lo complejo –un ejercito
profesional dotado de mayor tecnología-, aparece claramente en la segunda parte
del Eternauta cuando Juan Salvo convence a Don Matías –mayor referente del
pueblo de las cuevas- de comenzar a resistir, mediante la confrontación armada,
la dominación de los Ellos y sus ejércitos de ocupación –Manos y Zarpos-.
Estas modificaciones sustanciales en el
corazón de la obra están íntimamente ligadas al proceso histórico del cual fue
parte Oesterheld. También denuncia el avecinamiento de un futuro desolador e
incluso comienza hablar de las desapariciones.
Para ese entonces ya había perdido a dos
de sus hijas Beatriz de 19 años y Diana de 23, ambas militantes de Montoneros.
Luego le toco a El.
Estando detenido lloró la desaparición de
sus otras dos hijas Elsa y Marina. Fue encapuchado, golpeado, torturado en los
centros clandestinos de detención el Vesubio, Campo de Mayo y en el “Sheraton”.
Hay quienes dicen que estando
desaparecido un militar le pidió que escriba la historia de San Martín, el no
lo hizo.
En 1983 la parte tres del Eternauta verá
la luz ya sin guiones de Oesterheld. Quizás en sus páginas puede encontrarse
una suerte de homenaje a Germán y aquellos que como Él apostaron todo para
transformar la sociedad y fueron derrotados.
Sin duda lo fundamental de la vida y obra
de Oesterheld fue la coherencia entre su sentir, su pensar y su hacer.
CRONOLOGÍA
1957 Eternauta 1
1962 Versiòn novelada del Eternauta
continuación de la 1
1968 Biografía del Che Guevara.
1969 Eternauta 1 bis, Revista Gente
1970 Se edita por primera vez la
biografía de Evita idea original de Oesterheld con dibujos de Breccia y guión
del periodistaLuis Alberto Murray
1973-1974 Serie de historietas
“Latinoamérica y el imperialismo, 450 años de Guerra” publicada en “El
Descamisado”
Diciembre de 1976 Eternauta 2
1983 Eternauta 3 ya sin Oesterheld.
Si les interesa el tema hay artículos muy
interesantes de Juan Sasturain
de Ediciones Colihue
Sin lugar a dudas EL ETERNAUTA es una
historieta de Ciencia Ficción, distinta
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