Los niños, apenas abren los ojos en este
mundo, lo observan, lo olfatean, lo miden, lo muerden, lo toquetean, lo estiran, de este modo se
van compenetrando de lo que los rodea, sienten, miran, escuchan, paladean,
bailan, y poco a poco se apropian cada vez más y más de las de las palabras y los gestos.
Desde sus
primeros años, se van sumergiendo en un universo atravesado por la
comunicación en el que involucran su cuerpo, su mente, , sus sentidos,
los lenguajes, se deslizan a través
de la palabra y el movimiento hacia el arte y la literatura.
Un libro es sobre
todo la compañía de un adulto; una voz que
estará dispuesta a hilvanar, a tejer, a
contar historias, una voz capaz de
pronunciar el mundo poéticamente.
Así, de pronto el “Había una vez” inaugura un universo mientras los sonidos, los silencios y las pausas provocan sensaciones. Todos, quien más, quien
menos nos hemos ido construyendo a través de esas mágicas palabras…
En este acto se
establecerá una fuerte comunicación y un vínculo indisoluble entre el adulto,
el pequeño y el libro. Un bebé necesita de los cuidados “envolventes” y la voz
que sale del pecho del adulto significa una caricia sostenida.
Por otra parte el
pequeño va a posar sus ojos en las coloridas y
abundantes imágenes que lo llevarán a agitar sus bracitos y a entusiasmarse
con ese momento especial.
Así como nadie espera que un niño hable para empezar a hablarle nadie debe esperar que una criatura sepa leer para empezar a leerle, cuanto antes sentemos a los pequeños en nuestro regazo tanto mejor, porque de ese modo vamos a formar a futuros lectores y todos sabemos que una persona lectora tiene muchas ventajas sobre alguien que no lo es...
¿Es
conveniente leer cuentos de hadas a
nuestros niños?
Estos cuentos tradicionales,
que se relataban durante la Edad Media
alrededor del fuego y, que sabemos no eran destinados precisamente para niños,
tienen elementos que a veces nos hacen dudar de sus bondades. En efecto, su
dramatismo, la maldad exacerbada de los antagonistas, o las virtudes desmedidas
de sus héroes nos provocan cierta desconfianza en el momento de pensar en
leérselos a nuestros niños.
Sin embargo, debe haber un
motivo que los haya convertido en historias tradicionales, alguna razón para
que sobreviviesen a los siglos..
El cuento de Hadas plantea cuestiones
esenciales de la existencia humana y traduce los conflictos psíquicos de la
primera infancia. Abre interrogantes acerca de la vida y de la muerte, la
sexualidad, la estructura familiar, el poder, la ambición y los valores. Por
eso los niños los escuchan con interés, los releen una y otra vez y no desean
que los adultos modifiquen su contenido. Este tipo de historia les permite
identificarse con los buenos, pelearse con los enemigos, enamorarse de la mujer
más bella o del hombre más virtuoso.
El psicoanalista Bruno
Betthelheim, en su interesante libro Psicoanálisis de los cuentos de hadas
dice: “Los cuentos de Hadas les
transmiten a los niños el mensaje manifiesto que hay que enfrentar las
dificultades de la vida, por dolorosa que parezca una situación, la solución
nunca es huir de ella (..) la imagen del héroe que sale adelante es una fuente
de ejemplo y firmeza para transitar las vicisitudes”
Los cuentos de hadas liberan a
los niños de sus ansiedades, tienen
significados a distintos niveles, cada niño deberá descubrir aquellos que le
resulten importantes en un momento dado. De hecho puede suceder que en cada
escucha/lectura descubra nuevos significados, por eso si nosotros elaboramos
moralejas a partir de una historia, la estamos despojando de su esencia. No es
recomendable usar las recopilaciones de Charles Perrault, es preferible
utilizar las versiones del siglo XIX que hicieron los hermanos Grimm.
La mayoría de estas historias hace hincapié en las grandes hazañas que deben enfrentar los héroes o las heroínas para encontrarse a sí mismos. Muchos cuentos de hadas empiezan con la muerte del padre o de la madre, ¿acaso puede haber algo más terrible para un niño que sentirse huérfano? Por dura que sea esta situación: Blancanieves, La Cenicienta, Hansel y Gretel, logran superarla, los niños se identifican con los protagonistas, a partir de esta identificación los pequeños comienzan a experimentar sentimientos de justicia, fidelidad, amor, valentía no como una lección impuesta sino como un gozoso descubrimiento.
La mayoría de estas historias hace hincapié en las grandes hazañas que deben enfrentar los héroes o las heroínas para encontrarse a sí mismos. Muchos cuentos de hadas empiezan con la muerte del padre o de la madre, ¿acaso puede haber algo más terrible para un niño que sentirse huérfano? Por dura que sea esta situación: Blancanieves, La Cenicienta, Hansel y Gretel, logran superarla, los niños se identifican con los protagonistas, a partir de esta identificación los pequeños comienzan a experimentar sentimientos de justicia, fidelidad, amor, valentía no como una lección impuesta sino como un gozoso descubrimiento.
Esta clase de
cuentos suelen plantear un problema existencial, y sin duda esta es la clave de la literatura…
Privar a los niños del contacto con este tipo de historias es privarlos de tener la posibilidad de tener contacto con la cultura que fuimos construyendo a través de los siglos.
Estela Julia QuirogaPrivar a los niños del contacto con este tipo de historias es privarlos de tener la posibilidad de tener contacto con la cultura que fuimos construyendo a través de los siglos.
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