jueves, 21 de mayo de 2020

Cómo ser padres sin EXPLOTAR EN CUARENTENA



 Los gritos y las explosiones estallan sin que podamos controlarlos, pero cuidado porque   pueden causar heridas profundas en la autoestima de nuestros pequeños hijos/hijas.
 Las palabras tienen poderes. Hay palabras que hieren, que lastiman, especialmente si son dichas muchas veces por los progenitores. Es cierto, hasta la persona más paciente, y calmada ha perdido en algún momento los estribos frente a alguna travesura de sus propios hijos. Hay momentos que somos más tolerantes, pero cuando sentimos que podemos perder el trabajo, y que nuestra salud corre riesgos a uno se le empieza a desdibujar la sonrisa.
Por otra parte, el constante empleo del grito, no solo puede conllevar al deterioro de la autoestima, sino que los estallidos convierten al pequeño en un/una   rebelde, quien estará desafiando la autoridad cada vez que le sea posible.  Por lo tanto los gritos no son la solución, tampoco la ira contenida, ni ciertas frases recurrentes que sólo desmotivan a nuestros hijos y, empeoran la situación. Las razones por las que recurrimos a esos métodos es porque: no conocemos otros, porque carecemos de autocontrol, o porque los aprendimos de pequeños.
¿Entonces qué se hace? Las soluciones mágicas no existen porque cada criatura es única pero no estaría nada mal poder revisar algunas cuestiones:
 Lamentablemente nuestros hijos pagan las consecuencias del estrés que acumulamos. Por ello, es importante bajar el nivel de ansiedad. Hay que reconocer que estar todo el día encerrado no es lo que más ayuda. Sin embargo, culturas milenarias han demostrado la efectividad de hacer varias inspiraciones profundas y eso evitará el estallido que siempre es algo abrupto y tiene un efecto contraproducente…además si nosotros estallamos le estamos enseñando ese ejemplo a los niños… a no quejarse entonces de los adolescentes iracundos…
Son niños/niñas, están APRENDIENDO. ¿A quién no se le cayó un vaso de agua o la chocolatada sobre el mantel impecable? ¿Quién no dibujó las paredes, las mesas o los papeles importantes de un adulto? Si alguna vez lo hicieron sería bueno recordarlo y trabajar la empatía. ¡Vamos! ¿O acaso ustedes recogían los juguetes? No son muñecos/muñecas y solía decirles a mis estudiantes que los niños perfectos no existen en la realidad.
Tal vez lo más importante es establecer reglas y rutinas. Ya bastante caos nos provoca la pandemia. Hay que  evitar que la casa sea un caos y que  los pequeños tomen el control, es fundamental imponer reglas y límites en su educación, así como rutinas para que aprendan cuáles son sus obligaciones. No siempre seguirán las reglas y no siempre realizarán sus tareas, pero si cada uno tiene ciertas responsabilidades será más sencillo. A veces resulta escribirlas juntos… y pegarlas bien a la vista.
Tenemos que reconocer que hay veces que los padres queremos imponer nuestra opinión hasta en los más mínimos detalles, por ejemplo, si lo que queremos es que se abriguen, no hace falta discutir para que usen el pullover verde en lugar del rojo. Lo importante es que salgan a la calle tapados. A veces nos volvemos obsesivos y tenemos la necesidad de hacer todas las cosas a nuestra manera y nos olvidamos que aunque chiquitos son personas así que tenemos que dejar que el niño nos diga lo que le gusta o no le gusta, que se exprese y realice sus tareas como él crea conveniente. No es controlar cada cosa que dice, hace o piensa.
La autocrítica es importante, debemos analizar qué hicimos mal es el primer paso para no volver a cometer errores de ese tipo. No hay padres perfectos…
Muchas veces una criatura se porta mal porque nos está reclamando tiempo, pero no tiempo para hacer la tarea… tiempo para disfrutar de ellos y con ellos. Divertirse y reírse ayuda a liberar estrés y a tomarse las cosas con más filosofía.
 Si somos amables con los niños, no les gritamos y les tratamos con respeto, ellos nos devolverán eso mismo por lo que su comportamiento será mucho mejor que si estamos constantemente desaprobando su conducta.
¿Fácil? ¡Claro que no! El oficio de ser padres/madres es para toda la vida. Hay que tomarlo con calma.



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Licenciada y profesora en Letras Modernas, egresada de la UNIVERSIDAD NACIONAL DE CÓRDOBA.ESPECIALISTA EN LITERATURA ARGENTINA. Especialista en Investigación Educativa. (ISP Joaquín V. González) Especialista en Litertura Infantil y Juvenil (CEPA) Actualemnte se encuentra cursando la Maestría en Análisis del Discurso (UBA) Publicó numerosos artículos y ensayos para diferentes sellos editoriales (Cántaro, Puerto de Palos, Paidos, revistas del ISPEI Sara Eccleston) En el 2012 su blog Entre el mouse y la tiza recibió el PRIMER PREMIO A LOS BLOGS EDUCATIVOS otorgado por la UNIVERSIDAD NACIONAL DE BUENOS AIRES (UBA) A raíz de ese premio fue convocada por distintos medios periodísticos. Durante 2013 el mismo blog resltó ser finalista de dicho concurso. En estos momentos se encuentra abocada a la investigación y la escritura de un ensayo en colaboración con la Lic. Cristina Olliana. Acaba de publicar Y DE PRONTO LA VIDA un ensayo destinada a la Crianza, la literatura y el Juego.

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