LAS PRÁCTICAS DEL
LENGUAJE EN EL JARDÍN MATERNAL
HABLAR CON LOS MÁS
PEQUEÑOS…
“La adquisición del lenguaje comienza mucho antes
de que el niño exprese su primera palabra”
Bruner, J. El habla
del niño
Cuando fui profesora
de Taller 5, en mi carácter de Especialista, observaba ciertas dificultades y deficiencias en los procesos comunicativos entre las
practicantes - futuras docentes - y los niños.
Es importante que podamos trabajar acerca de los intercambios comunicativos ya que es común que esa “comunicación” se
reduzca a interjecciones, balbuceos y
exclamaciones, en general, vacías de contenido. Este uso restringido del
lenguaje obstaculiza su apropiación por parte de los niños y, posteriormente,
tiene efectos negativos en la adquisición de la lengua escrita.
Las investigaciones demostraron que existen dos formas
del lenguaje oral: el lenguaje fáctico y el lenguaje del relato. El lenguaje
fáctico es el lenguaje de la inmediatez, de lo cotidiano, es el que permite
realizar comentarios de las situaciones inmediatas. Es el que menciona las
cosas presentes, el aquí y el ahora. Cuando se utiliza este tipo de lenguaje se
omiten palabras y construcciones, y se reemplazan por otros signos sólo
comprensibles en ese contexto. En cambio, en el lenguaje del relato, las formas
discursivas son más complejas porque se habla de lo ausente.
Todo está referido. Esta forma del lenguaje oral tiene
características similares a las del lenguaje escrito, por eso algunos lo
describen como un “prescrito en lo oral”. Estas investigaciones también
demostraron que en los medios más desfavorecidos, para dirigirse a los niños
generalmente se utiliza la lengua fáctica, es decir esa lengua de la inmediatez,
que tiene una función esencialmente utilitaria. Y la lengua del relato, la de
contar historias que juegan con las palabras es mucho más ajena. Esto trae consecuencias
importantes en el momento en que los niños comienzan a apropiarse del lenguaje
escrito el cual se desarrolla en el registro del lenguaje del relato, del
espacio y el tiempo diferidos. Por eso los niños que no han tenido un contacto
fluido con él, se encuentran en una situación desfavorecida respecto de aquellos
que accedieron a diversos registros lingüísticos.
“Lo que determina
la vida de un ser humano nos dice Michelle Petit , es el peso de las palabras o
de su ausencia. Cuanto más capaz es uno de nombrar lo que vive, más apto será
para vivirlo y para transformarlo”. El lenguaje tiene que ver con la
construcción de nosotros mismos como sujetos parlantes.
Una forma de generar más posibilidades a los niños es relatar todo el tiempo lo que se está
haciendo con ellos, no importa que tenga seis meses, o tres años, la idea es
contar todo el tiempo. través de los intercambios cotidianos, de modo de
“hablarle al niño como un sujeto en construcción, decirle lo que uno va a
hacer... hablarle, como dice Francoise Dolto, como a un ser al que se le debe
una explicación de todo lo que va a suceder”
Otra forma de enriquecer la oralidad es por medio de la literatura tanto oral como escrita. En el Jardín Maternal
siempre recomendaba la importancia del relato de breves historias por parte de
la docente, acompañada de imágenes, cabe señalar que las estudiantes del Normal 6 hicieron una muy
interesante experiencia que llevamos adelante en sala de dos a partir del
cuento A QUÉ SABE LA LUNA, esta experiencia participó de un congreso en la
Ciudad de Córdoba durante 2014.
¿Por qué la literatura? Porque la literatura permite
entrar en un nuevo orden simbólico. El texto literario es el puente que permite
mejorar la comunicación, que da acogida a los nuevos intercambios en donde la palabra
está investida de la capacidad de simbolizar, de dar sentido a lo que se vive.
Jugar con las palabras y sus formas les da a los niños pequeños la oportunidad
de aprehender ese objeto complejo que es la lengua. “Para pensar, hace falta
haber imaginado antes mucho”, como decía René Diatkine. Para que un niño se
interese un día en la escritura, debía haberse apropiado previamente del idioma
de una manera lúdica, gratuita, poética, sin otro objeto que el placer compartido
de las palabras. La literatura abre las puertas de otro espacio y otro tiempo,
a otro modo de pertenecer al mundo.
Es importante señalar que los bebés y los niños menores de 3 años se van a ir
apropiándose progresivamente del lenguaje del mundo que los rodea. Por lo tanto
no es lo mismo hacer las cosas de modo automático y cambiarlos sin decir
palabra, esto no es una acción menor, es la acción que les generará confianza,
es un gesto que manifiesta la calidad de los cuidados. Si ya leyeron Bruner
deben saber que El primer libro que el bebé lee es la voz y el
rostro humano, reconoce de inmediato la voz de sus progenitores y eso lo ayuda
a superar el momento traumático de su nacimiento. Hablarle al niño pequeño todo
el tiempo es lo que hace que ese niño tenga en el futuro palabra para describir
el mundo .De aquí que sea tan importante propicia un trabajo permanente con el lenguaje
en los bebés. La Idea es hablarle al
niño siempre que sea posible.... y necesario. Además resulta muy importante
nuestra gesticulación que se llevarán adelante en momentos cotidianos (durante
la cambiada, el sueño,la alimentación, el juego, etc.) Se propone una
gesticulación más intensa, que permita al bebé el reconocimiento de diferentes
gestos y expresiones. Esto va a dar pie a juegos de imitación progresiva ya que este
trabajo gestual, realizado de manera consecuente, permitirá que el niño se vaya
apropiando paulatinamente de esas formas de expresión.
Yolanda Reyes nos
dice “Los libros ejercen una fascinación
temprana, una especie de amor a primera vista en los niños...” por eso en el
Jardín Maternal no debe faltar un bolsillero, o una canasta con diferentes
tipos de libros: de cartón, de tela, de plástico, libros que presenten
diferentes texturas, libros que emiten sonidos, libros de poesías, rimas. Este
primer acercamiento a la literatura les permite a los bebés una “manera más de
conocerse a sí mismos.
Tal como dice Bruner la idea de que “la adquisición del
lenguaje comienza mucho antes de que el niño exprese su primera palabra.
Comienza cuando la madre y el niño crean una estructura predecible de acción
recíproca que sirve como un microcosmos para comunicarse y constituir una
realidad compartida”
BIBLIOGRAFÍA
Bonnafé, Marie “Poner al bebé en el centro”, Espacios
para la lectura, Año 2, Nº 5, 2000
Bellorín , Brenda “Puertas a la palabra escrita” Espacios
para la lectura, Año 2, Nº 5, 2000
Blanco, Lidia, “Libros para los más pequeños”, Espacios para
la lectura, Año 2, Nº 5, 2000
Bruner, J.; El habla del niño, Bs. As., Paidós
Bruner, J.; Acción, pensamiento y lenguaje, Alianza,
Madrid, 1984
Larrosa, Jorge; La experiencia de la lectura .Estudios
sobre literatura y formación. Barcelona, Leartes, 1996
Reyes, Yolanda,”Las bebetecas”, Ponencia del Congreso de
Literatura Infantil, Colombia, 2000
Petit, M.; Nuevos acercamientos a los jóvenes y a la
lectura, México, F.C.E., 1999
para finalizar COMPARTIMOS UN INTERESANTE CUENTO PARA SALA DE DOS…
Había una vez un ratón muy alto y un ratón muy bajo que eran muy buenos amigos.
Cuando se encontraban Ratón Muy Alto decía:
–¡Hola, Ratón Muy Bajo!
Y Ratón Muy Bajo decía:
–¡Hola, Ratón Muy Alto!.
A los dos amigos les gustaba ir a pasear juntos.
Cuando paseaban Ratón Muy Alto decía:
–¡Hola, pájaros!
Y Ratón Muy Bajo decía:
–¡Hola escarabajos!
Cuando paseaban por el jardín Ratón Muy Alto decía:
–¡Hola flores!
Y Ratón Muy Bajo decía:
¡Hola raíces!
Cuando pasaban delante de una casa, Ratón Muy Alto decía:
¡Hola techo!
Y Ratón Muy Bajo decía:
–¡Hola sótano!
Un día a los dos ratones los pilló una tormenta. Ratón Muy Alto dijo:
–¡Hola gotas de lluvia!
Y Ratón Muy bajo dijo:
–¡Hola charcos!
Corrieron a la casa para no mojarse.
–¡Hola techo!, dijo Ratón Muy Alto.
–¡Hola, suelo!, dijo Ratón Muy bajo.
Pronto pasó la tormenta. Los dos amigos corrieron a la ventana. Ratón Muy Alto cargó a Ratón Muy Bajo para que pudiera ver. ¡Hola, arco iris! gritaron emocionados los dos juntos.
Arnold Lobel (USA 1933)
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