A continuación les vamos a ofrecer distintas
estrategias para implementar en el aula, o en la sala… Porque nadie nace
lector.. Un lector se construye y nos compete a nosotras como docentes formar
niños lectores.
·
Armar
un buzón de comentarios y sugerencias
Para lograrlo solamente hace falta
una caja forrada con un papel atractivo y luego colocarla en algún sitio
cercano a las mesas donde están los libros o la biblioteca, para que los chicos
depositen mensajes sobre las obras leídas (libros preferidos, libros que no les
llamaron su atención, libros que conocen y les gustaría que formaran parte de
la biblioteca, temáticas no contenidas en el material actual y que desearían
que estuvieran presentes, etc.). La idea es que en algún momento pueda
realizarse "una mesa redonda", un panel, para
que los chicos hablen acerca del libro, su autor, otras obras del mismo autor,
y así interesar a futuros lectores.
·
Publicidad
de libros
Por ejemplo, "los más leídos de
la semana", "los recuperados del estante", "las novedades editoriales".
·
El
libro leído para vos
Los más
grandes pueden grabar lecturas expresivas con efectos especiales cuyo objeto
sería que los más chicos pudiesen escuchar una vez o dos a la semana.
·
Literatura
"en familia"
Solicitar a los alumnos que
recopilen canciones, poemas o cuentos conocidos dentro de su entorno. Luego
generar un espacio en el cual puedan compartirse con sus pares. La propuesta se
puede ampliar incluyendo los juegos de ayer y de hoy. Se podrían abordar
cuestiones referidas al género, el origen de esa literatura, el contexto de
producción y difusión de las obras, etc. Esta propuesta propicia el
acercamiento de la familia a la escuela, ya que podrían ser los padres y abuelos
quienes recuperen y enseñen las canciones, las rondas, narren los cuentos, den
las instrucciones de los juegos a los que jugaban ellos cuando eran chicos.
·
Chocolate
y literatura
Organizar rondas de intercambios de
libros (golosinas y chocolate de por medio) en relación con los gustos y deseos
de los lectores. En lo posible, los participantes deberían tener intereses
similares. La actividad puede coordinarla el docente o un alumno.
·
Amigos
de los libros
Instancia en la que se invita a
algún escritor, librero, editor, ilustrador, para que hable a los niños de su
trabajo. Cuando el invitado es un escritor se prepara con antelación la visita,
incluyendo la lectura y el análisis de sus obras. Es éste un espacio que
permite a los adultos de la comunidad para que hablen de sus lecturas y también
les lean a los niños.
·
Leer
a otros
Organizar rondas de lectura para que
los alumnos -teniendo en cuenta sus destinatarios (alumnos de años inferiores,
sus propios compañeros, compañeros del comedor)- seleccionen qué leer y cuándo.
Por ejemplo, colmos en el recreo más largo; un cuento breve al inicio de la jornada
escolar o al finalizarla. Es importante sostener esta actividad un tiempo
prolongado, y también promocionarla con anterioridad a su inicio, por ejemplo,
a través de afiches, tarjetas de invitación. Esto permite la participación de
otros alumnos, no solo los del curso.
·
Presentación
de libros
Por ejemplo, cuando se incorporen
nuevos títulos en la biblioteca. En este caso, varios lectores
pueden referirse a la misma obra, a
varios libros de un mismo autor, etc. Es una buena oportunidad para compartir la
lectura en voz alta, para leer un fragmento y sembrar la intriga, para que
otros lectores tengan ganas de seguir leyendo. Esto permite la participación de
toda la institución educativa o bien otros alumnos (por ejemplo, agrupando años
paralelos, los alumnos de un turno).
·
Detectives
literarios
Incitaría a organizar un juego para
buscar libros a partir de diferentes preguntas o consignas.
A manera de ejemplos, proponemos
solicitarles a los alumnos que:
_ elijan un libro de aventuras,
_ busquen un libro que tenga una nena como
protagonista,
_ seleccionen un libro en el que sus personajes estén
enamorados, entre otros.
·
Párrafos/versos
perdidos
Consiste en preparar una mesa con
variedad de libros, armar grupos con dos o tres participantes.
A cada grupo se le entregan párrafos
o estrofas que pertenecen a algunos de los libros
de la mesa. Cada grupo tendrá que
imaginar a qué libro puede corresponder el párrafo que recibió.
Se hace una gran ronda donde cada
grupo cuenta qué pistas reconoció para suponer que el párrafo correspondía a
ese libro. Luego pueden acercarse a la mesa de libros, encontrar el que
incluía el fragmento, y seguir
leyendo, o bien, anotar el libro para solicitarlo con posterioridad, en
carácter de préstamo.
·
Sugerencias
para trabajar con poesías
Se hace una mención especial a este
género con el propósito de fortalecer su presencia en las propuestas de
lecturas que realiza la escuela, reconociendo que -por lo general- existe una
preponderancia del género narrativo por sobre los demás. Desde esta perspectiva,
nos pareció oportuno reposicionar la poesía como fuente de lectura.
·
Poesía
de tradición oral y poesía de autor
_ Diferenciar entre un poema anónimo y uno de autor
conocido.
_ Seguir leyendo otros libros que ya leyeron de él/la
autor/a.
_ Poemas que abordan la misma temática
y que pertenezcan a distintos autores
·
El
soporte mágico del país de la
Poesía
Esta técnica
la hemos trabajado muchas veces en clase: Consiste en armar un soporte especial
para rmar un rincón de poesía en la sala o en el aula. Tomo ejemplos de lo que
mis propios estudiates armaron: desde un cofre con monedas de oro en cuyo
reverso están los poemas, hasta una soga con ropitas de pape que del otro lado
tienen poemas, o un paraguas con gotitas de papel que son poemas… etc, etc.
Docente
creativo, alumnos creativos!!! Éxito y que cada día todos leamos más y mejor…
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